El trayecto es una contínua y constante subida, se hacen 2 paradas en fuentes de la rambla. El tramo de subida al Saliente es brutal, ahí es donde se pone a prueba nuestra resistencia. Una vez superado ese obstáculo, el camino se allana un poco, no lo suficiente, y con las fuerzas ya mermadas hacemos un último esfuerzo para llegar a Los Cerricos, donde nos espera el Bar La Remedios donde repusimos fuerzas.
Ni rastro de los ciclistas por todo el recorrido, el viento dificulta enormemente nuestra subida, pero aún más la suya. Prueba superada, ahora hay que plantearse el reto de la Navidad siguiente.
